La bomba de infusión es un dispositivo médico esencial en entornos hospitalarios y clínicos, diseñado para administrar medicamentos, nutrientes y soluciones intravenosas de manera precisa y controlada. Su uso es fundamental en áreas como cuidados intensivos, quirófanos, pediatría y oncología, donde la exactitud en la dosificación es crucial para la seguridad y eficacia del tratamiento….
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La bomba de infusión es un dispositivo médico esencial en entornos hospitalarios y clínicos, diseñado para administrar medicamentos, nutrientes y soluciones intravenosas de manera precisa y controlada. Su uso es fundamental en áreas como cuidados intensivos, quirófanos, pediatría y oncología, donde la exactitud en la dosificación es crucial para la seguridad y eficacia del tratamiento.
Precisión en la Administración: Permite controlar la velocidad y el volumen de infusión, garantizando una dosificación exacta según las necesidades del paciente.
Modos de Infusión Programables: Ofrece opciones como infusión continua, intermitente y en bolo, adaptándose a diversos protocolos terapéuticos.
Sistemas de Alarma Inteligentes: Incorpora alertas visuales y auditivas que notifican sobre obstrucciones, burbujas de aire o finalización de la infusión, mejorando la seguridad del paciente.
Compatibilidad con Diversos Accesorios: Diseñada para funcionar con una amplia gama de equipos de infusión estándar, facilitando su integración en diferentes entornos clínicos.
Interfaz Intuitiva: Pantalla y controles fáciles de usar que permiten una programación rápida y eficiente por parte del personal médico.
Reducción de Errores de Dosificación: Minimiza la posibilidad de errores humanos al automatizar la administración de medicamentos.
Optimización del Tiempo del Personal Médico: Al automatizar la infusión, permite que el personal de salud se enfoque en otras tareas críticas.
Mejora en la Seguridad del Paciente: Las alarmas y controles precisos reducen riesgos asociados a la administración manual de medicamentos.
Versatilidad en Aplicaciones Clínicas: Adecuada para una amplia gama de tratamientos, desde la administración de quimioterapia hasta la hidratación en pacientes pediátricos.
Unidades de Cuidados Intensivos (UCI): Para la administración continua de medicamentos vitales.
Salas de Cirugía: Durante procedimientos quirúrgicos para el suministro controlado de anestésicos y otros fármacos.
Oncología: En tratamientos de quimioterapia que requieren una dosificación precisa y constante.
Pediatría y Neonatología: Para la administración segura de nutrientes y medicamentos en dosis ajustadas a pacientes jóvenes.